Algunas
son jóvenes y toman vuelo propio, crecen estableciendo sus propios
nexos con mercados e inversores, no siempre siguen el ritmo del país que
las contiene. Otras son clásicas, sostienen su prestigio más allá de
los altibajos financieros y, aunque no ofrezcan todas las ventajas,
ningún inversor que se precie quiere pasar de largo.
Pero,
en esta oportunidad, Santiago de Chile se reveló como la ciudad más
atractiva para recibir inversiones en 2011, desplazando a San Pablo al
2º lugar y a México, al 3º. Río de Janeiro mantuvo el 4º puesto y Buenos
Aires, el 5º.
Las
buenas noticias para la Argentina llegaron desde Rosario y Córdoba,
anotadas entre las áreas que más avanzaron en un año, según el ranking
2011 de atracción de inversiones de las ciudades latinoamericanas
elaborado por el Centro de Pensamiento en Estrategias Competitivas
(CEPEC) de la Universidad del Rosario, de Colombia, y por la consultora
Inteligencia de Negocios (IdN), de Chile, y al que iEcoaccedió en exclusiva.
Buenos
Aires es una de las pocas ciudades de la región que tiene mejor
reputación general que el país. La tradicional Reina del Plata aún no
fue despojada de su cetro y sigue siendo, por notoriedad internacional,
cultura y confort urbano, la ciudad latinoamericana con mayor presencia
de multinacionales (106 de las 500 mayores del mundo).
Rosario
pasó del puesto 36 al 33 y Córdoba avanzó desde el sitio 46 al 38 en
año, superando a Mendoza, que en 2010 tenía el sitio 41 y en 2011 el 40.
El
peso del entorno nacional Entre las 20 primeras ciudades, predominan
las brasileñas y mexicanas ya que las acompaña el entorno nacional,
México tiene un clima “atractivo”; el de Brasil es “amable”; mientras
que el argentino es “renuente”. Completan los diez primeros lugares las
ciudades de: Panamá (6º); Lima (avanzó del 9º al 7º); Monterrey (8º);
Bogotá (cayó del 6º al 9º lugar) y Brasilia (mantuvo el puesto 10).
El
trabajo analiza las condiciones ofrecidas por las 48 principales
ciudades de la región y clasifica su clima para las inversiones y el de
los países en escala nacional como: atractivo, amable, neutro o
renuente. Para llegar al resultado, se toman 36 indicadores de alto
impacto y se reproduce el proceso de análisis que realizan los grandes
inversores que deciden cómo distribuir su portafolio a través de la
comparación.
Se
piensa primero en zonas geográficas del planeta, luego en países y
finalmente en ciudades. “De modo que el primer análisis es de tipo
cultural o de estado de desarrollo, luego está el de condiciones
riesgo-retorno a escala país y, finalmente, aparecen las consideraciones
de localización efectiva de la inversión”, asegura el trabajo.
Los
indicadores nacionales pesan un 35% en el resultado final (mercado
externo; desempeño económico; costos de transacción, producción y
tributarios) y las variables de carácter metropolitano, un 65%
(notoriedad global; factores de riesgo político y económico; confort
urbano: seguridad y calidad de vida y potencial de financiamiento de
nuevos proyectos).
En
Santiago de Chile se prevén grandes proyectos de oficinas en la zona de
las llamadas “Torres Gemelas”. La Torre Titade (60 pisos) ya está en
operación y la Torre Costanera Center (más de 60 pisos, será la más alta
de Sudamérica) estará terminada a fin de año. Entre los avances
metropolitanos se cuentan las autopistas concesionadas con pago
electrónico y las dos nuevas líneas del Metro, que atravesarán la ciudad
de Este a Norte y de Suroeste a Noreste.
Las
razones del éxito de la capital chilena serían “los progresos
significativos de la ciudad por mejorar su notoriedad a escala global,
la profundidad de su mercado financiero, sus favorables condiciones de
vida y el poder adquisitivo de sus habitantes, además de un inmejorable
entorno nacional”, según explica a iEco Saúl Pineda Hoyos, el director del CEPEC.
Sobre
Buenos Aires, considera que “con un poco de esfuerzo, podría ser la
ciudad más atractiva para invertir en la región, pero la inestabilidad
económica y los altos impuestos que muestra el entorno nacional no son
lo que más prefieren los inversionistas”.
Expectativas para la Argentina El director ejecutivo de IdN, Rodrigo Díaz, amplía paraiEco
desde Santiago de Chile, los resultados argentinos. “Rosario, con un
crecimiento esperado de 6,5%, se convierte en la ciudad argentina con
las mejores expectativas de dinamismo en la actividad productiva en el
presente año, ocupando la octava posición en América Latina”, asegura.
Sobre
Córdoba y Mendoza, revela que “sus mejores resultados están vinculados a
la oferta de un confort urbano superior, que garantiza a los posibles
inversionistas las condiciones de vida y seguridad idóneas para que
realicen sus actividades productivas”. Las tres se inscriben entre las 7
mejores ciudades latinoamericanas en este aspecto. Rosario alcanzó 91,9
puntos; Córdoba, 91,1 y Mendoza, 89,9. Buenos Aires obtuvo 88 puntos.
Para
seguir mejorando, recomienda la implementación urgente de políticas
locales vinculadas a la capacidad de generar valor (generación de
empleo, desarrollo de nueva tecnología, transferencia de conocimiento,
capacitación del material humano y orientación al mercado externo).
También
aconseja estrategias para mejorar el posicionamiento internacional,
“tal como exitosamente lo hace Buenos Aires, tanto para la atracción de
inversiones como para la obtención de un mayor reconocimiento
territorial”. Si la notoriedad de Buenos Aires alcanza 80 puntos, la de
Mendoza es de 23; la de Rosario es 22,6 y la de Córdoba, 18,8.
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